Dennis Hopper es uno de esos actores que, aunque su nombre no suene de inmediato para todos, ha dejado una huella imborrable en la historia del cine. Su presencia marcó algunas de las películas más influyentes del siglo XX, ya sea delante o detrás de cámara. En esta nota, repasamos algunas de las mejores películas de Dennis Hopper, aquellas en las que brilló como actor, cineasta o símbolo de una época.
Rebel Without a Cause (1955)
La carrera cinematográfica de Hopper comenzó con fuerza, al participar en Rebelde sin causa, la película que definió a toda una generación. Aunque su papel como Goon —uno de los miembros de la pandilla rival— es pequeño, su presencia en esta cinta fue clave para su futuro. Durante el rodaje, entabló una relación cercana con James Dean, a quien admiraba profundamente. La trágica muerte de Dean ese mismo año marcó a Hopper de por vida. Tenía apenas 19 años, y este suceso afectó tanto su vida personal como su camino artístico.
A partir de ahí, su carrera se expandió trabajando con nombres como Roger Corman, Stuart Rosenberg y Wim Wenders, y lentamente se fue forjando la leyenda.

Easy Rider (1969)
Si hay una película por la que Dennis Hopper será eternamente recordado, es Easy Rider. No solo la protagonizó: también la escribió, dirigió y produjo. Esta road movie se convirtió en el símbolo del cine contracultural estadounidense, marcando un quiebre radical en la forma de hacer cine en Hollywood. La historia sigue a Billy (Hopper) y Wyatt (Peter Fonda), dos motociclistas que recorren el sur de Estados Unidos en busca de libertad en plena era hippie. Rodada con estilo casi documental, escenas improvisadas, una estética rebelde y la participación de Jack Nicholson, Easy Rider capturó como ninguna otra el espíritu de su época.
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Es una película que al día de hoy es recordada como un símbolo del cine contracultural y formar parte del cine de Nuevo Hollywood, donde nuevos directores alzaban su voz.


Apocalypse Now (1979)
Bajo la dirección de Francis Ford Coppola, Hopper interpretó a un excéntrico fotoperiodista atrapado en el corazón de la guerra de Vietnam. Su personaje vive en el campamento del enigmático Coronel Kurtz (Marlon Brando) y funciona como nexo entre él y el protagonista (Martin Sheen). Su interpretación es caótica, frenética y profundamente impredecible. Se dice que improvisó gran parte de sus líneas y que estuvo bajo los efectos de las drogas durante el rodaje, lo que generó conflictos con el equipo técnico. Sin embargo, esa intensidad descontrolada encajó a la perfección con el tono alucinado de Apocalypse Now.
Este papel es uno de los más recordados de su filmografía, y refleja a la perfección el caos tanto del personaje como del actor.


Blue Velvet (1986)
Con Blue Velvet, Dennis Hopper firmó, quizás la mejor actuación de su carrera. En esta perturbadora obra de David Lynch, interpreta a Frank Booth, un villano sádico, obsesionado con el poder y profundamente perturbado. Este rol significó su regreso triunfal a la élite de Hollywood. Luego de años de escándalos y problemas con las adicciones, Hopper le rogó a Lynch que le diera el papel, convencido de que estaba hecho para él.
Y no se equivocaba: su interpretación de Frank Booth es tan intensa que sigue siendo considerada una de las más aterradoras y complejas del cine moderno. Gracias a Blue Velvet, Hopper recuperó el reconocimiento de la crítica y la industria.


True Romance (1993)
Para cerrar esta lista, tenemos su participación en la película True Romance. Dirigida por Tony Scott y escrita por Quentin Tarantino. Su participación es breve pero su escena es la más recordada de la película. Acá interpreta a Clifford Worley un ex policía retirado y padre del protagonista, Clarence (Christian Slater). Clarence se mete en problemas al robar un maletín con drogas y la mafia lo persigue, por lo cual pide ayuda a su padre. Es así como este debe enfrentarse al líder de esta banda liderado por Vincenzo Coccotti, interpretado por Christopher Walken.
La escena que llevan adelante Hopper y Walken es de una maestría increíble. Vincenzo interroga a Clarence sobre el paradero de su hijo, a lo cual este no revelará la ubicación del mismo y en consecuencia la tensión va escalando poco a poco. Es una escena donde se pone en juego la inteligencia y orgullo de su personaje, pero además se dan el lujo de jugar con el humor negro y terminar de una manera violenta como solo Tarantino y Scott saben hacerlo. Una película y una escena que todo aquel que haya visto comprenderá.


Dennis Hopper no fue solo un actor o director: fue un espíritu rebelde, un provocador, un artista que desafió las reglas y marcó una época. Su filmografía está llena de momentos intensos, actuaciones inolvidables y películas que cambiaron el rumbo del cine. Si estás buscando por dónde empezar a conocer a este ícono, estas son, sin duda, las mejores películas de Dennis Hopper. Una selección que recorre su evolución personal y artística, y que demuestra por qué su legado sigue vivo hasta hoy.