Aunque NEON es una compañía de alto renombre en el mundo de las distribuidoras y productoras, Longlegs no hizo más que aumentar su poder, ubicándola en el espacio vacío que A24 dejó libre cuando decidió enfocarse en el cine de género comercial. Pero, a diferencia de este estudio, que consiguió su estatus gracias a Ari Aster y su inventiva para el terror, NEON tejió una estrategia de marketing como nunca se había visto antes para promocionar su colaboración con Oz Perkins con un mensaje muy claro: «Longlegs da mucho miedo».
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Sus resultados superaron todas las expectativas. El título no solo se convirtió en la película de NEON con mayor recaudación hasta la fecha, sino que también se condecoró como la más exitosa del cine independiente en lo que va del 2024. Y es que los tráileres parecían configurarla como el filme tenebroso de la década. Primero, la distribuidora lanzó teasers espaciados que, sin spoilear ni un solo elemento de la producción, mostraban con mucha destreza su atractivo. Después, construyeron una página web en la que se podían resolver algunos misterios menores de la trama. En tercer lugar, dieron a conocer aquel celebrado video de los latidos de Maika Monroe cuando vio a Nicolas Cage en personaje por primera vez. La lista puede continuar, pero la pregunta es: ¿Longlegs consigue generar el terror que prometió?
¿Qué tan terrorífica es ‘Longlegs’?
La discusión acerca del factor terror sobre el que se construye Longlegs causó una grieta que se acrecentó sin parar desde que la película tuvo su premiere. Mientras una parte de la crítica dijo que había cumplido con las expectativas creadas por la campaña de marketing de NEON, otros confesaron sentirse traicionados, porque el resultado final poco tenía que ver con lo prometido ¿Cuál es la opinión más objetiva? ¿Por cuál guiarse antes de decidir si comprar la entrada para ir al cine?
Lo cierto es que hay algo de verdad en ambas. En primer lugar, debe advertirse que ir a ver la cinta esperando que sea idéntica a los teasers es ir a decepcionarse. Dichos tráileres fueron filmados y compaginados según los modos del terror análogo, aquella forma narrativa tan extraña que le da vida a Skinamarink, mientras que la película de Perkins pertenece al modelo narrativo tradicional que todos conocemos. En otras palabras, esos pequeños videos fueron una oda al terror de Youtube, y su tono tiene poco que ver con el del largometraje que promociona.
El miedo que Longlegs busca provocar tiene que ver con la forma en la que está filmada, y no tanto con su trama, sus jumpscares, o su misterio. Se trata de un thriller hecho y derecho, que quiere generar escalofríos mediante sus herramientas técnicas. Es decir, los encuadres, los movimientos de cámara, el montaje, el uso de las luces, la música, el sónido, entre otros. Por eso, aunque el temor que buscamos sentir en las salas de cine siempre es subjetivo, podemos decir que aquellos deseos de experimentar una trama tenebrosa pueden llegar a dejar las salas sintiendo que Longlegs no fue suficiente, mientras que los espectadores que buscan el miedo en la parte visual y sonora van a encontrarlo en amplias cantidades.

‘Longlegs’ y la comparación con el terror fincheriano
No fueron pocos los críticos que compararon a Longlegs con los thrillers de David Fincher, y es importante aclarar a que se debe la asociación. Al enterarse de que la película de Cage es un thriller, y habiendo escuchado los análisis que profundizaron en sus similitudes y diferencias contra títulos como Zodiac, muchos se preguntaron si el terror de la creación de Perkins buscaba ser similar al que Fincher construyó para sus producciones más cruentas.
La respuesta es no. Los comentarios sobre los posibles vínculos entre Longlegs y las obras más tenebrosas de Fincher apuntan al parecido en el detalle de la construcción de un universo temático del thriller, pero no al terror creciente que recorre al espectador cuando el director de Se7en comienza a desovillar sus acertijos mórbidos. Incluso, podríamos decir que no hay peor idea que ir a ver el filme de Maika Monroe esperando tal desarrollo y desenlace de los eventos. La resolución del misterio que le da vida a Longlegs es su propia cosa, separada de sus tráileres, de Fincher, o de cualquier otra comparativa.


En resumen, Longlegs es una película que no obedece a los cánones del terror genérico, sino que intenta construir su propia noción de este, y puede que, en ese sentido, le falle a más de uno. Sin embargo, ello solo sucede si uno espera que Perkins mejore lo que hacen James Wan, Blumhouse, o el cine de género comercial. En cambio, si el espectador decide ver la producción dispuesto a dejarse sorprender por su propuesta, va a encontrarse con uno de los títulos más espeluznantes del año.