Es imposible negar que el rostro de Alain Delon es uno de los más icónicos del cine francés. Durante más de cinco décadas, Delon se encargó de participar en grandes películas que supieron marcar un antes y un después en la historia cinematográfica de Francia. Su mirada penetrante, su elegancia natural y su habilidad como intérprete lo meten de lleno en una de las figuras clave del séptimo arte en su país.
Delon se dio el gusto de participar en largometrajes de históricos cineastas, como Jean-Pierre Melville, Luchino Visconti y Federico Fellini, entre otros. Sus protagónicos se convirtieron en símbolos de carisma y elegancia. Lo recordamos con una lista de sus mejores películas.
El Samurái (1967)
Si hay que empezar una lista de las mejores películas de Alain Delon, se tiene que inicar por esta. Esta icónica cinta símbolo del neo-noir y de las influencias norteamericanas en el cine europeo es la más reconocida de Jean-Pierre Melville. Se trata, además, de la película más emblemática de Alain Delon. El actor interpreta a Jef Costello, un asesino a sueldo solitario que vive bajo un estricto código de honor, similar al de los antiguos samuráis.
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La película es un ejercicio de estilo y precisión, donde cada gesto y cada mirada de Delon refuerzan la atmósfera de tensión y fatalidad que define el filme. Reconocida como un thriller minimalista, El Samurái deja entrever lo mejor del cine francés de la mano de dos de sus grandes figuras.

A Pleno Sol (1960)
Mucho antes de la gran interpretación de Matt Damon como Tom Ripley, Alain Delon fue el encargado en darle vida a este personaje de la novela de Patricia Highsmith. A Pleno Sol es la primera adaptación directa de El talentoso Sr. Ripley y sitúa a Delon como su figura principal. Un joven atractivo y seductor se embarca en un oscuro juego de identidad y asesinato. Ripley viaja a Europa por encomieda del padre de un joven rico, pero se encontrará con otras cuestiones a su paso.
Esta adaptación de la novela aparece mucho tiempo antes de la aparición de la película de Hollywood. Delon como Ripley es una transformación con una mezcla de carisma y crueldad que lo convierte en un villano fascinante y trágico.


El Gatopardo (1963)
Un épico drama histórico que Luchino Visconti se animó a realizar y que dejó al mundo entero con la boca abierta. La película narra la decadencia de la aristocracia siciliana durante el Risorgimento italiano. Una historia de época situada en el Siglo XIX donde Alain Delon interpreta a Tancredi, sobrino del Príncipe de Salina.
La interpretación de Delon captura la juventud, la ambición y la complejidad de un personaje atrapado entre el viejo y el nuevo orden. El Gatopardo es un monumento al cine clásico, y la presencia magnética de Delon en pantalla es uno de los pilares que sostiene esta obra maestra.


Rocco y sus hermanos (1960)
Años antes de realizar su obra maestra, Luchino Visconti trabajó junto a Alain Delon en otro gran drama. En este caso, la película explora las tensiones y conflictos de una familia que se traslada desde el sur de Italia hacia Milán, en búsqueda de una mejor vida. Delon interpreta al protagonista de esta historia, un joven cuya bondad contrasta con la brutalidad del entorno en el que se encuentra.
Rocco y sus hermanos es una de las mejores películas de Alain Delon. Su actuación es conmovedora y profundamente humana, mostrando una vulnerabilidad que lo diferencia de los papeles más duros y cínicos que interpretarían más adelante en su carrera.


El círculo rojo (1970)
Esta película es otra gran colaboración entre Alain Delon y Jean-Pierre Melville en el género del neo-noir francés. Delon interpreta a un criminal recientemente liberado de prisión que se ve envuelto en un plan para llevar a cabo un robo perfecto. El objetivo es el jefe de la banda a la que antes pertenecía, por lo que se alía con otro criminal prófugo para realizar el trabajo.
El círculo rojo es un ejercicio de tensión y estilo, donde los silencios y las miradas dicen más que las palabras. Delon, una vez más, encarna a un personaje frío y calculador, cuya calma exterior oculta un profundo sentido del honor y la lealtad.

