Bendito Spoiler

Las 5 películas fundamentales de John Carpenter

Su aporte fundamental al cine de terror lo convirtió en uno de los más grandes cineastas. Éstas son 5 películas fundamentales de John Carpenter.
¡Ayúdanos compartiendo nuestro contenido!

Es innegable la importancia que tiene John Carpenter cuando se refiere al cine de terror. En un género que siempre fue reconocido como «menor» o de características menores dentro del alto espectro cinematográfico, Carpenter supo poner manos a la obra y proporcionar al terror lo que se merecía para ser un género de palabras mayores. Quizás su siempre trasfondo ideológico, sus increíbles historias o su talento a la hora de narrar con la cámara fue lo que convirtió a John Carpenter en uno de los más grandes cineastas vivos.

Siempre con su distinguido perfil bajo, Carpenter le supo entregar al cine de terror grandes películas que pasaron a la historia y dejaron una huella no solamente en el género, sino en el arte cinematográfico en general. En esta lista se encuentran 5 largometrajes que destacan de su carrera, ya sea por su peso histórico, su versatilidad o su forma de convertir al terror en una experiencia.

|Te podría interesar: 10 GRANDES THRILLERS PSICOLÓGICOS PARA VER EN NETFLIX

Éstas son 5 películas fundamentales de John Carpenter:

Halloween (1978)

Imposible no iniciar la lista con la película más importante de su filmografía. Halloween (1978) no solamente catapultó la carrera de John Carpenter, sino también impulsó la creación y fundamentación de un nuevo subgénero del terror iniciado en la misma década. El género slasher no sería lo mismo que es hoy sin contar el peso que tuvo la mítica figura de Michael Myers y su sed de sangre. Se trata de un filme que lo tiene todo: un villano perfecto, suspenso en pocas locaciones y una historia con ganas de contarse.

Halloween (1978) sigue a Laurie Strode (Jamie Lee Curtis), una joven estudiante de secundaria que trabaja ocasionalmente como niñera. Es en la misma noche de Halloween donde Michael Myers, un maniático, escapa de su encarcelamiento y retorna a su pueblo con intenciones de comenter una serie de asesinatos desaforados a manos de su cuchillo. El encuentro entre Laurie y Michael conforma la idea central de la película, donde uno persigue al otro, conformandose así un slasher con todas las letras.

Disponible en Prime Video.

Christine (1983)

Cuando se le preguntó a John Carpenter en una entrevista el por qué había hecho Christine (1983), el cineasta respondió ágilmente: «porque necesitaba dinero». Su respuesta, además de contar con las intenciones de ser hilarante, demuestra a un Carpenter despreocupado, pero que igualmente se toma su trabajo muy en serio. El caso de esta historia derivada de una novela de Stephen King es el caso perfecto. Se trata de una película hecha por encargo, como cualquier otra, pero que la figura de Carpenter supo convertir en una excelente experiencia sensorial con una perfecta banda de sonido.

La película sigue la historia de dos amigos de la secundaria, Arnie y Dennis. Una tarde como cualquier otra, camino a sus casas, Arnie se enamora de el auto de sus sueños, un Plymouth Fury rojo del año 1958. Al comprárlo, poco sabía Arnie de que se trata de un auto que puede cobrar vida propia, como también cobrarse la vida de las personas que se metan en su camino. Con dos escenas increíbles (el inicio y una escena de reconstrucción en el taller), Christine (1983) destaca entre tantas adaptaciones cinematográficas insulsas.

Disponible en Netflix.

They Live! (1988)

De la misma forma en la que George Orwell utiliza su obra 1984 para demostrar al mundo una nueva forma de ver cómo operan las cosas, John Carpenter hace lo mismo con They Live! (1988). No es casualidad su posición política con lo que propone la película. Literalmente, retrata la historia de una organización que opera a escondidas de la sociedad, sin que ésta se entere, y que puede terminar manejando la humanidad entera. La película se centra en John (Roddy Piper), un vagabundo que encuentra unas gafas de sol para descrubrir una conspiración que involucra personas de otro mundo, organizaciones secretas, religión y comunicación de masas.

Sin lugar a dudas, They Live! (1988) funciona perfectamente como discurso ideológico como también una excelente película de ciencia ficción y suspenso.

The Thing (1982)

Otro de los grandes clásicos que supo regalarle John Carpenter al cine de terror fue esta remake de la película original de 1951 centrada en un misterioso visitante que merodea en una base científica en la Antártida. Un largometraje extraordinario sobre el encierro, la locura, la soledad, lo estraño y el retrato de una sociedad cada vez más desconfiada. The Thing (1982) muestra las vivencias de un grupo de científicos en una base militar alejada de todo contacto humano cuando aparece una figura extraña dispuesta a sesinarlos uno por uno.

John Carpenter siempre destacó en escenarios minimalistas, pequeños y solitarios. Las locaciones de The Thing (1982) cumplen a la perfección con las características justas para el desarrollo de una historia que no se limita únicamente a ser una película de terror, sino también una reflexión sobre los diferentes aspectos y las construcciones sociales que todavía hoy en día son discutidas.

In the Mouth of Madness (1994)

En uno de sus últimos trabajos como director de largometrajes, Carpenter fue más allá de lo sugestivo para centrarse en una historia que cumple con todas las características de un verdadero thriller psicológico. In the Mouth of Madness (1994) sigue la historia de un investigador que es contratado para seguir los pasos y encontrar a un exitoso escritor de novelas fantásticas, Sutter Cane. Con ayuda de la asistente del escritor, ambos acuden a un pequeño pueblo para averiguar sobre la desaparición del escritor que posee una extraña influencia sobre sus lectores.

Se trata de un excelente largometraje sobre la comunicación y lo mediático. Al igual que en They Live! (1988), las preocupaciones de John Carpenter en cuanto a la influencia social que poseen los productos culturales se hace presente. Esta vez, a niveles más fantásticos y terroríficos que en el filme de 1988.